viernes, 7 de junio de 2013

ITACA: En el trayecto está la celebración


ITACA

Cuando emprendas tu viaje a Itaca 
pide que el camino sea largo, 
lleno de aventuras, lleno de experiencias. 
No temas a los lestrigones ni a los cíclopes 
ni al colérico Poseidón, 
seres tales jamás hallarás en tu camino, 
si tu pensar es elevado, si selecta 
es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo. 
Ni a los lestrigones ni a los cíclopes 
ni al salvaje Poseidón encontrarás, 
si no los llevas dentro de tu alma, 
si no los yergue tu alma ante ti.

Pide que el camino sea largo. 

Que muchas sean las mañanas de verano 
en que llegues -¡con qué placer y alegría!- 
a puertos nunca vistos antes. 
Detente en los emporios de Fenicia 
y hazte con hermosas mercancías, 
nácar y coral, ámbar y ébano 
y toda suerte de perfumes sensuales, 
cuantos más abundantes perfumes sensuales puedas.
Ve a muchas ciudades egipcias 
a aprender, a aprender de sus sabios.

Ten siempre a Itaca en tu mente. 

Llegar allí es tu destino. 
Mas no apresures nunca el viaje. 
Mejor que dure muchos años 
y atracar, viejo ya, en la isla, 
enriquecido de cuanto ganaste en el camino 
sin aguantar a que Itaca te enriquezca.

Itaca te brindó tan hermoso viaje. 

Sin ella no habrías emprendido el camino. 
Pero no tiene ya nada que darte.

Aunque la halles pobre, Itaca no te ha engañado. 
Así, sabio como te has vuelto, con tanta experiencia, 
entenderás ya qué significan las Itacas.
(Kavafis)

Este maravilloso poema, es una auténtica oda a la vida, una excepcional lección de cómo debería ser nuestro paso por la vida. Nos marcamos metas, y a partir de ahí nuestra obsesión es llegar, y llegar lo más pronto posible, llegar ya... Cuando conseguimos cualquier cosa que nos hemos propuesto, tendemos a no darle importancia.... ¿por qué?  Yo creo que es por lo poco que nos hemos parado a disfrutar de la consecución de la meta conseguida, del camino realizado, de los obstáculos superados, en resumen, del camino que nos llevó a conseguir nuestra meta. Esa rapidez, esa obsesión por conseguir cuanto antes lo que buscamos, es lo que nos lleva a no disfrutar ni valorar lo conseguirdo. Lo importante es ir viendo como vamos haciendo las cosas, como vamos mejorando, como nos vamos transformando en el camino que nos conducirá a conseguir nuestra meta. Como bien dice el poema... "... siempre en la mente has de tener a Itaca. Llegar allá es tu destino, pero no apresures el viaje." Eso es, no pierdas el horizonte, no pierdas de vista la meta, pero saborea cada paso que te lleve a conseguirla. Así, y solo así, podras sentirte satisfecho y podrás valorar y saborear lo que has conseguido. 

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